sábado, 10 de diciembre de 2011

NADIE ES COMO YO

No sé si es un alago o un reproche. La verdad es que mis pensamientos son únicos y muchas veces diferentes de la mayoría de las personas.
En situaciones cotidianas mis respuestas no son coincidentes con las de los demás, y, a veces, causan sorpresa o asombro.
Ha llegado el momento de enterrar los recuerdos, los buenos y los malos, ya que no cumplen ningún sentido.
Aunque decía Santo Tomás que en momento de zozobra no se deben de tomar decisiones, es de suponer que, en algún momento, uno debe de replantearse una serie de situaciones. No es que mi barco esté en zozobra, ya que el estado de la mar o del viento no constituye una amenaza para la navegación, si realmente conviene fijar nuevos rumbos y destinos a la propia navegación.
Una frase oída hace poco, “Vas a saber de qué cuero sale más correa”, me hace pensar hasta cuándo puede durar una situación poco cómoda. Es por lo que un nuevo horizonte se puede atisbar sin necesidad de ningún aparato óptico.
Antes de enterrar definitivamente la memoria pasada, se puede hacer una rápida revisión o balance para ver como ha quedado el saldo. Lo supongo muy conveniente ya que podría quedar alguna deuda pendiente de pagar o cobrar. Lo mejor, al cerrar la puerta y tirar la llave, es que no te quede la sensación de que algún día quisieras volverla a abrir.
Es de suponer que la historia, aun siendo cierta, depende mucho del autor que la interpreta, las conclusiones pueden ser totalmente diferentes, sin faltar ninguno de ellos a la verdad de los hechos.
Mi balanza personal en la historia vivida es que no ha sido mala, mejor dicho, creo que para un observador imparcial, hasta puede considerarla casi buena. Después de esta certeza, creo que solo queda como punto o cima inalcanzable el amor, que es lo que en realidad une profundamente y admite al otro tal y como es, y cuando se pierde, llegando al desamor ya no tiene ningún elemento de arreglo.
De todas formas creo que el desamor no tiene porque ser el augurio de una mala noticia, cuando se acaba se pueden abrir nuevas opciones y así evitar más años de convivencia con alguien al que se la ha terminado la capacidad de amar. Siempre quedará el consuelo de que donde ahora hay desamor antes hubo mucho amor.
Si algún día me muero hay cosas que me gustaría dejar aclaradas, o más bien preparadas para que mi marcha de este “valle de lagrimas” no ocasione mas perjuicios e inconvenientes que cuando estaba vivito y coleando.
Una especie de manual de instrucciones, que supongo nadie se molestará en leer, pero que, por aquello de la trascendencia me gustaría dejar reflejado.
Nunca he sido, para mí, un personaje brillante, alguien que destacara en las reuniones, mas bien, en casi todas las situaciones me ha gustado pasar desapercibido, ver las situaciones desde la última fila, que es la que te da la perspectiva real. En realidad, mi calificación personal, es de hombre gris, color discreto y que no llama la atención.
Finalizando ya reconozco que me es difícil entenderme. Y si a mí me pasa esto que no les pasará a los de mi entorno.
Seguiré abriéndome para ver si al final nadie es como yo.

1 comentario:

  1. Nadie es como "yo"..alguien dijo: soy como el 99% de las personas y eso era el aval de la cordura...se cambia con el tiempo de percepción..Nunca es tarde para saber que cada uno es unico, y que el único lazo de unión es el amor, y solo existe amor desde la libertad, y solo se es libre cuando se conoce la verdad. Es cuando uno pude realmente escoger que es lo que desea compartir. Cuando el amor se pierde es que no ha existido nunca, porque el amor hace crecer, jamas decrecer.No se debe lamentar perder lo que nunca ha existido, pero si se puede querer poseerlo . Y esa es la libertad de cada uno

    ResponderEliminar